Eduardo Galeano

Un niño tristón, una madre empeñada en sacarse la bala del seno derecho y un pastor alemán devorado por una cajilla de refrescos, son los personajes de esta tierna historia que Bob Kane nos trae en esta simpática comedia de enredos típica de las pantallas de porcelanato.

Ambientada en la Europa del norte de los años 70s, la historia comienza cuando el niño (Aquaman) toma en sus riendas el control del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y decide irse de la frontera con la guantera de la pick up llena de dolores falsos. Guiado por las luces de las estrellas que le meten las guampas en la primera de cambio, rápidamente se nos constituye en un personaje entrañable y valoraremos un poquito las ganas de sentarlo en la (hoy pasé la aspiradora) guasca.

La madre (Julianne Moore) es una adicta a (pero no es la madre del niño, es la madre de otro niño diverso del primero) las galletas de arroz de La Mallorquina integrales y con cereales. Ante la situación insostenible que narro, cae en la cuenta de que en su baño no hay papeleras de esas acondicionadas para tirar los paños higiénicos femeninos y sale en busca del Vellocino de Oro y otras nupcias. Al quedarse entumecida por un orgasmo que le lleva dos días de ventaja, cae en el mismo almacén y provicentro que el niño y traban enseguida una amistad de rompe y raja. Juntos coserán camisetas de felpa hasta que conocen a un seductor anciano de brazos tatuados a cal y a martillo (suena música de TRAVIS) que les introduce al mundillo de la Cortisona y les destapa las metafóricas agallas de la realidad.

Si bien el enfoque melodramático ajusta con agudeza la velocidad sonora del impacto que la pantalla grande acusa, el descanso (mantenido por las risas de una mujer recién bañada y con un delicioso aroma en la nuca) nos permite agolpar, una vez más, este subversivo largometraje arachán. Filmado totalmente en los alrededores de la cámara, el film nos braguetea la intensa novedad de una vida de frescura y pavor alucinantes, doblegando el coraje de sentirnos, por momentos, un caracol que fuma Puerto Rico mientras toma mate y masca chicle (salvaste el oral, contale a mamá). Obviamente destacables las perfomances de Mario Copetti, sale por lana y vuelve transpirado, y no he parado de comerme las uñas y tengo un gusto a jabón que ni te hacés una (la menor) idea.


Título original: La sierrita de arriba del cuchillo de la dictadura.
Título en español: Señal de ajuste.
Duración: ininterrumpida.
Dirección: J. K. Rowling
Protagonistas: Fausto (Pikachu).
Tiraje: cien mil ejemplares (a confirmar).
Maquillaje: la que hace todos los maquillajes en el canal diez desde hace añares.