Isaac Asimov

Pedagogas. Dentro del llamado mundo pirotécnico, resalta la simple pero confiable y divertida presencia de CHASKIS PILDORITA. Muchas veces en las dionisíacas fiestas cultas, donde no todo es mate y relax, Foucault, jesuitas y caipiriña, alguna doncella de caderas salobres y ceño cáustico, sonrisa aireada y balones de madera trenzada a mordiscos de Cypress Hill, desea algo que convierta el tugurio mohoso en un shockeante fandango sin límites. Allí entra en acción CHASKIS PILDORITA. No me fijé si está en PORINGA.

¿Por qué? Pues, pongámoslo así: es nuevo, explota más fácil. Ya no hay que tomar el lugar del sujeto-observador-participante. No. Ahora todo es fluida comidilla de afables ancianas. Explota más fácil. Nada de guarismos innecesarios, intestinos de pollo, ni objetos de relojería fantasmagórica. La arrolladora sensación de un capitalismo que renace como el Titanic en la punta del iceberg marxiano, nos devuelve cada destello como el sonido de CHASKIS PILDORITA. No me fijé si está en el Facebook.


No me importa que seas gótica, pero la anorexia te queda como el orto. ¿Basta la trepidante inflexión tozuda que el imperio farfulla para que se resienta la literatura didáctica de latinoamérica y el Caribe (y Chile)? La respuesta es un rampante pero firme: CHASKIS PILDORITA. Es nuevo, y por ello queremos decir: explota más fuerte.

Instrucciones:
  • Usar al aire libre
  • Arrojar contra una superficie dura
  • No llevar a la boca
Saquen sus propias conclusiones u otras probablemente de Wikipedia (higos llovían ¿recordamos?).

NOTA: Aquí no hay ninguna referencia a las dictaduras del hemisferio sur, ni a políticas gubernamentales que apoyen el derecho al aborto legal. Miren que me fijé.