Agatha Christie


Si quisiéramos reunir en un bosquejo todas aquellas obras cumbre de la filosofía literaria, el periodismo y la camaradería plástica, no podríamos dejar atrás a encorvadas y amigables trazas de místico renombre como ser flores y frutas de la Guayana Francesa. Transmitidas de padre a hijo y luego de hito en hito, los colores de la mandrágora del alma -aquella que sonsaca la capciosa manera de estar en el balde- se nos aparecen como una cómoda manifestación de la algarabía tosca. Una forma más de estrechar vínculos a manera de puerta que se abre de par en partes, de mar en martes. Sencillamente interrogantes (atate).

¿Somos jíbaros? Es decir, ¿metafóricas empresas de transporte que conllevan la responsabilidad inicial de "atacar" las malas huellas del hombre americano? Quizá estos años de maduración dictatorial nos han avejentado. Quizá las propias hambres de sacar adelante "el escurridizo arte y choclo de la fantasmagórica letra o costra", como me llamaba Ruben Peuchele, no hayan sido más que darle de beber a los cansados animales de carga que hoy nos devuelven la mirada antagónica, frondosa y trémula, de quienes nada han hecho para merecer tal galardón. Chispas hubieron de sacarle los nobles. Ustedes, mágicas vulvitas de corcho, me van entendiendo paso a paso.

Así visualizar que desde donde las tristes y endémicas fauces, desde las Niágara Falls hasta aquí llegamos, las militantes escorias del sombrío destello opaco se han ido bailando en zapatitos de agüita asesina, y cegarlas de plano es hacer leña del conceptual y fogozo poncho amistoso. Darle uniformes militares a las niñas de cabello seco, entre dientes de rosas y sopas, entre cadáveres de nuestros mártires en versión marioneta, trompeta, aleta, careta, en fetas (diademas) envueltas en la bandera de nuestras raíces: 2 huevos, 500 gr de harina, 300 ml de leche, 125 gr de mantequilla, 125 gr de azúcar, 25 gr de levadura, 6 gotas de esencia de limón, 1 huevo revuelto para "pintar", sal Augusto.
Llegar a la hora de la piñata. Barajar a la hora de la candidata. Estar mientras dora la panceta. Mono. Paco. ¡Tulipán! Gozalo.