Federico García Lorca


Jaime, ¡soltá las bolsas y hablale a tu madre! Era un día tan bonito... Las ovejitas saltaban los postes de aluminio como llevadas por una fuerza irresitible hacia la madurez natural de la evolución. ¿Quién dice que esos animalitos jamás volverán a subir peldaños en la escalera evolutiva? Traducíamos letras en inglés y viajábamos escuchando temas de Coldplay mientras las rubias nos tocaban el culito. ¡Era todo tan lindo! Y ocurrió lo peor. Era todo tan melindroso...

¡Trabajaremos sin descanso hasta ocurrir cada vez que se pueda! Cortamos con una tarea y empezamos con la aorta (esto ya se ha dicho, pichona) para que tú descanses. ¿Crees que no sabemos de tu vida? Haces el bien porque no tirás boletos en la vereda. Tomabas cocoa pero ya la olvidaste, la quitaste de tu vida como guardas a tus amigotas de Narcóticos Anónimos para verlas los feriados y darles tu apoyo de revista. ¡Si tocás sustancias te morís pero me dejás oler a nube al ladito de tu ser! ¡Quiero ser una madre como vos! ¡Qué ídola! Y dolíanle en silencio las caries y encías, vacía podía ver el día en que pedía su fría molienda de quillas atravesándole la espalda y dejarle las manos convertidas en moneditas en el piso, al lado de la cama, apenas devolviendo la luz de la portátil negra. ¡Bailá, dale! Bailá pop delante de sus "todo lo viví ya". ¿Pensás en los Ramones? Pienso en tus horas de vida.

Por supuesto y anoten. Me sé reaccionario porque me sueno la nariz con papel higiénico. ¡Qué revolución! ¡Proxeneta de lo estatuido! ¿Está tu ídolo? Mentiritas sacando la lengüita como ratitas con lentes John Lennon. Veremos un estudio y te olvidaste el desparramo bacanal en mis sábanas. Quedó el calor del sudor, el olor a tetas, culo, verga, leche, lágrimas, glándulas, perros mordiendo las gargantas arracimadas en una granada de fragmentación. Y mi glándula secreta (atención endocrinólogas).

Y vuelvo a mirarte y a decir (pronunciando como en la TV educativa): ¿Qué ventaja? ¿Qué cualidad? ¿Estás segura de que omitís realmente lloverte? ¡Cómo están esas guitarras acústicas!