Lo del piso vaya y pase, pero habérmelas con los desprevenidos jugadores dueños del Facebook y del miedo, ¡a sotavento! ¿Qué perdemos si cada limosna griega nos, ¡cuerpo a tierra! Esperen, voy a publicar esto en el Golden Nuatsi. ¡Hockey, sí! Pero abrir los pantalones y bajárnoslos era tarea hercúlea, máxime sobreponiéndonos al rencor de una camioneta desguazada en pos de la guerrilla urbana o de la facultad. ¡Minitas con ortos de vienen y van! Chocolates en la boca de una sociedad emprendedora y empedernida (como tu madre chupándome el druida). ¿Es menester?
Veamos otro ejemplo y una sidra:
Al fin. Sí, desatalo. Y serpenteaba como una niña desvistiendo la motricidad a cara de perro, con juguetes filosos de la apertura (Youssou N'Dour volaba de fiebre) de diafragma porque era camarógrafa de los delfines. Bueno, ¡y un saludo muy apretado y grande a quienes vivan en Los Titanes! ¡Vamos arriba con ellos, eh! Notable la humorada pero el perfil es sórdido. Y las lágrimas del unívoco chupaban media forjada en tabacalerías de oficio. Enviciante Carolina, tu cola era mi franca sobrina, te lamería los pedos. ¡En serie!