Fernán Silva Valdés

"Falso que te sueña la niña 
que caga un perro de cicatrices
y los propios jurados avalan hoy tarde
lo que mañana temprano la quise
ensartar ¡ay! poblada de Gorbachovs
sosteniendo leales empleos

Quiso el terruño que se cayese
empuñando cagarrutas diversas
es una piba que si te la conversas
¿y ese?
te dará resultados astronómicos en caja de ritmos..."

¡Minga vas a tomar toneladas! ¡Dios te oiga! Las correspondencias entre el impresionismo del extremo oriente y las fauces de Narda Lepes, son el imperativo categórico mas arduo de hoy. Asistir impertérritos al chocante shock de una adicción al pelo está bien visto, sí ¿pero qué hay del nivel docente? Echemos un vistazo, gordi. Desde el vamos nunca quise un automóvil como premio, el pensar en pagar patente, gasóleo y la música de Doberman, no me ha retenido a la lectura de este sensacional fruto protagónico:

"...por eso mismo. La que te dije entrampó sus pechos entre los dedos de garza estilizada y me miró a los ojos debutante. Cosas malas habían pasado, pero como ésta, ¡ni en pedo, macho! Los pasillos del Instituto de Profesores Artigas no te sabrán preparar para limpiarle la caca al nene, aunque no lo sabrás hasta que el culo estrenes."

¿Cuál es el planteamiento de Lorca aquí? Sucinto.

Niña: la niña representa lo novedoso del mundo de Jaime, el gozo y el vaciamiento del útero de su perra.

Pinta: la pinta representa a la Santa María y, por sobre todas las cosas, un escorbuto galopante. Por ello regalan espejos pequeños y cuentas de colores, porque si te sangran las encías no se la ponés a ninguna india ni a palos. O bueno, a palos.

La música de Doberman: todo lo que no sea Fernando Cabrera es visto por la autora como VISITA EL FORO. ¡Qué lindo ir al Planetario Municipal! El cielo real me aburre.

Pedrito (el amiguísimo de Heidi): representa al yo y al ello psicoanalíticos y aúna las consecuencias (y deseos ocultos) de quemar las urnas de los votos enemigos. Es visto por Prometeo como la exégesis de lo contrario, lo que mueve a Martin Fierro a buscarse una bragueta menos frágil (por los negros del campo y esas cosas).

La peluquería: nunca queda claro bien qué representa jamás. Puede que sea algo al pedo. Los escritores de alto calibre suelen poner palabras vacías en algunos textos. Ejemplo: desliz, migraña, Shakespeare, gasóleo.